“…esta podría ser mi última Navidad”, expresó uno de los ancianos de la Fundación Manos Arrugadas durante el Almuerzo Navideño.

Este año la Fundación Manos Arrugadas, reunió a más de 200 ancianos y ancianas para celebrar la Navidad del 2010 con un Almuerzo, música, y regalos que les hicieron reir como en sus mejores tiempos.

La complicidad de los habitantes de San Antón, San Miguel, Montesinos y demás barrios de la  Zona Colonial, hizo posible que los envejecientes de esa zona recibieran el aguinaldo que les ofrece cada año la Fundación Manos Arrugadas, a través de su presidenta la comunicadora Gianni Paulino.

Gianni compartió con los ancianos, al tiempo que se les entregó fundas  de comida para la noche buena, y buscó solución a problemas extremos de los ancianos presentes tales como  la compra de medicina y asistencia social a los más necesitados.

La actividad fue amenizada por la artista criolla Marcel, quien a ritmo de su contagiosa música puso a reír y a bailar, aún a los mas entrados en edad, realizó concursos, declamaron poesía y cánticos que convirtieron la tarde en un compartir navideño donde la edad no fue óbice para mover “la cintura hasta abajo” y reír a carcajadas de las ocurrencias de los presentes.

Gianni Paulino, quien motivó a los envejecientes a no quedarse sólo, sino a estrenar un nuevo amor en esta navidad, ya sea de novio o de un nieto con quien no se llevaran bien, les habló del perdón, del dar y del recibir con humildad, de la fé y del estar dispuesto a creer en los milagros de la Navidad.

Y mientras ésta conversaba con el público, se le escucho a un señor mayor, vocear “esta podría ser mi última navidad”. La comunicadora, “tragó en seco” y sólo se le escucho decir “y la mía también y que bueno que estamos juntos”.

La Fundación Manos Arrugadas recientemente lanzó la campaña “Voy a ser Abuelo”, donde llegan a todas las universidades del país haciendo conciencia sobre el trato a los envejecientes y todo lo que estos pueden aportar a la sociedad.

En la actividad “Almuerzo Navideño”, más de 200 ancianos fueron atendidos por jóvenes universitarios, quienes le brindaron la comida, entregaron manzanas y estuvieron dispuestos a socorres a los mayores en un gesto de sensibilidad humana en estas navidades.

El Almuerzo Navideño se realizó en la Plazoleta San Antón de la Zona Colonial.